Nuestra compañera Ainoa Celaya intervino el 6 de julio en la mesa redonda “Agente encubierto, evidencia digital y cibercrimen” en el primer congreso de Cibercrimen Internacional celebrado en el Colegio de Abogados de Málaga los días 6 y 7 de julio. El formato de la mesa redonda fue una ponencia de 15 minutos pronunciada por cada uno de los 3 participantes, seguido de un coloquio abierto a los asistentes de 30 minutos.
La ponencia de Ainoa versó sobre la evidencia digital y cumplió el objetivo que se marcó: dar a conocer a la audiencia, la idoneidad del profesional Ingeniero de Telecomunicación para la función de peritaje tecnológico. Se ha detectado que los potenciales “usuarios” de la pericia tecnológica para actuaciones judiciales no asocian a nuestra ingeniería con esa función, sino que existe la creencia de que estos trabajos son competencia exclusiva de los ingenieros informáticos e, incluso, son encargados “al técnico que mantiene la informática del despacho o al amigo que sabe mucho de ordenadores”.
Ainoa dejó claro que la importancia de la prueba digital para que no sea invalidada en un juicio o, viceversa, para impugnar pruebas presentadas por la parte contraria que no tienen garantía de veracidad, exige de unos conocimientos técnicos sólidos y complementados con otros mínimos sobre la formalidad de los procedimientos procesales que los ingenieros de telecomunicación, debidamente preparados, poseen en igualdad de condiciones a los ingenieros de otras ramas e, incluso, con algunas materias, como puede ser la radiofrecuencia, las redes de comunicaciones, el audio, los sistemas electrónicos, etc. que son nuestra especialidad.
También nuestra compañera comentó la importancia de la colegiación del profesional porque el visado colegial que puede llevar un informe pericial de un ingeniero colegiado es muy apreciado por los jueces, ya que les garantiza la habilitación del perito tecnológico autor del informe.
Ainoa captó la atención del auditorio con un pequeño chiste en su entrada y acto seguido desarrolló su ponencia utilizando exactamente los 15 minutos asignados, con un lenguaje claro y directo y apoyándose para su tesis en ejemplos simples relacionados con los sistemas de comunicación utilizados por todo el mundo: e-mail, SMS, WhatsApp, etc. Muy eficaz estuvo cuando desmontó casos de pruebas tecnológicas que diariamente vemos en series de televisión que se han convertido en “leyendas urbanas” y “mitos populares” y que son una simplificación de la complejidad de este campo.
Con respecto a la eficacia de esta participación del COIT-AORM en el Congreso de Cibercrimen Internacional, se puede decir que es un primer paso importante, pero muy corto aún. Muy difícilmente saldrá algún encargo de los asistentes al congreso, pero esas personas -abogados, responsables de entidades públicas, los directivos del Colegio de Abogados de Málaga, policías y, muy importante para un futuro próximo, los estudiantes del Máster de Abogacía- habrán salido del congreso conociendo algo que antes ignoraban completamente: el Ingeniero de Telecomunicación es un perito tecnológico habilitado y competente. Un dato significativo es que Ainoa era la única ingeniera de entre los 13 ponentes del Congreso.